Hola de nuevo.
Hace tiempo que no escribo en el blog, no obstante las visitas siguen aumentando. En esta ocasión quiero hacer una pequeña reflexión sobre los últimos acontecimientos protagonizados por la publicidad de Dolce & Gabbana.
Hace tiempo que no escribo en el blog, no obstante las visitas siguen aumentando. En esta ocasión quiero hacer una pequeña reflexión sobre los últimos acontecimientos protagonizados por la publicidad de Dolce & Gabbana.
Parece que estas y otras imágenes han ofendido a varias asociaciones, entre ellas, el Instituto de la Mujer que pidieron de inmediato la retirada de los carteles. La cuestión es la siguiente: ¿No creen que la polémica y las reitardas quejas no hacen sino dar más notoriedad y presencia en los medios a la famosa marca italiana? Gracias a estas asociaciones las imágenes en cuestión han tenido su tiempo en todas las cadenas generalistas de España, un privilegio por el cuál deberían abonar una cantidad ingente de euros, pero que les ha salido "gratis".
Al final, me parece que se retiraron los carteles, pero los modistas italianos no se quedaron con la boca cerrada y criticaron la sociedad española por no entneder la moda y ser un país demasiado conservador. En realidad creo que deberían haber dado las gracias a sus retractores por la gran repercursión mediática que ha supuesto las protestas.
1 comentario:
Acao de encontrar tu blog y me gustaría opinar al respecto. Yo he seguido esa polémica y creo que más alla de demagogias varias podemos sacar varias conclusiones. En primer lugar es cierto lo que comentas, que su denuncia sirve para que la noticia corra como la pólvora. Lo que no queda claro es que sea de manera positiva. Habrá gente que estará de acuerdo con el Instituto de la Mujer y gracias a la denuncia empiece a ver a DyG de mala manera. Por descontado que habrá personas que piensen que no es para tanto y la imagen de ByG no se resentirá entre ellas. Pero lo que no cabe duda es que a veces los que trabajamos en el mundo de la publicidad y el diseño no somos perfectos y podemos equivocarnos. O pasarnos de la raya sin darnos cuenta. A mi me parece que si a alguien le ofende algo debe denunciarlo aunque pueda equivocarse.
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